Los Lunes, dia del espectador, durante la última década del pasado siglo, la parroquia de FistBar! se nutría de amantes de aquello que fue llamado “septimo arte”.
Recuerdos. Usted habla de recuerdos, comenta Deckard en voz baja.
El brillo de neón azul en la ventana cerca del portal de entrada, las pupilas de color naranja, relucientes entre la oscuridad debido quizás al reflejo de la luz negra del local, indicaban a la visitante que ese día se encontraría bien protegida degustando un buen licor y envuelta por el humo de los cigarrillos perfumados.
En su ensayo de 1939, “Vanguardia y Kitsch,” Climent Greenberg señaló la línea que separa todo aquello que es fresco o auténtico respecto aquello que apesta.
Básicamente definió lo que él llamó “middlebrow” ( de gusto medianamente culto, o de gusto entre intelectual y plebeyo ), defendiendo la alta cultura y escribiendo de manera lúcida cosas como que “la pureza en el arte consiste en la aceptación, aceptación voluntaria, de las limitaciones que el medio impone en la técnica específica utilizada“.
La Funambulista Musical sueña con ovejas electricas y nos presenta dos anatemas de película. Uno, el señor Vangelis con un fragmento de una banda sonora para melodrama. Un sujeto a quien debemos agradecer que tuviera en consideración a nuestros queridos Neuronium. El segundo anatema corresponde a una formación musical proveniente de Holanda llamada Clan Of Xymox, pioneros del sonido que hoy conocemos como darkwave.
Tras una gira como teloneros de la banda Los Muertos Pueden Bailar, son fichados por el sello independiente británico 4AD. Uno de los sellos de referencia para una juventud oscura y gótica ajena a las ondas de garage y de metal que polucionaban el ambiente. 4AD era el sello de Ivo Watts-Russell. Ivo es el hombre que se esconde tras Los Sinsabores de la Vida.
En un país católico como el nuestro, la estética anglosajona del sello 4AD obtuvo un gran éxito entre la juventud sónica moderna en los 90s o en los 80s. Nos representaba. Daba paso a la imaginación en un mundo sin color. Santería. Los discos eran bonitos, las portadas eran bonitas. Y a través de las portadas – fotogramas congelados de una armonía musical – nos interesábamos por conocer a los grupos que sonaban en el vinilo prensado.
Fue el mismo Steve Jobs quien ideó la tableta Ipad, hace ya más de cuatro años, como un medio para representar a tamaño – casi – real las portadas de nuestra música digital favorita, como soporte físico y así poder volver a disfrutar de la sensación táctil, de la imaginación particular de cada uno yde cada una de nosotros, de esa imagería que se genera en los seres vacíos por el hecho de sostener una portada de disco con nuestras manos mientras escuchan una canción. Luego su idea se pervirtió, como otras muchas en la historia de la Humanidad.
Fue el mismo ingeniero aeronáutico llamado Wittgenstein quien escribió, en sus diarios personales, que nada hay más terrible que un mundo gobernado por ingenieros. Y ese és el mundo que nos ha tocado vivir a día de hoy, en la segunda década del siglo veintiuno.
4AD fue el sello que fichó a los primeros Bauhaus, que edita el primer single de Matt Johnson, o de los Misterios de las Voces Búlgaras; y es el sello que mantiene como figura principal a ese incomprendido genio llamado Scott Walker. Un músico con eme mayúscula que sigue creando obras de arte … camino de sus ochenta años.
En los noventas, la regeneración del sello se orienta hacia el rock americano de corte tradicional, sirviendo como base preparatoria de lo que conoceremos como grunge, a partir de la presentación de los grupos Pixies y Throwing Muses.
El catálogo del sello 4AD es un catálogo de colección. De un sibaritismo estético que te hace quedar como toda una perfecta y completa ama de casa delante de tus invitados.
Hablar del sello 4AD y del colectivo 23 envelope es referir a un buqué de calidad en armonía con el aroma de la malta y de los productos de la fermentación, sin sabor a madera.
La influencia del sello 4AD se produce tanto a nivel visual como aural. Sus portadas, diseñadas por Vaughan Oliver y el colectivo gráfico 23 envelope.
Veintitrés, número mágico, es la unión de Vaughan con el fotógrafo y realizador de películas Nigel Grierson. El trabajo conjunto de ambos, genera una corriente (wave ) y da paso a una escuela gráfica comparable a la del amigo Peter Saville con la Factory. En FistBar! éramos más de Oliver que no de Saville. O no.
Colaborativa e imaginativamente, Oliver establece el escenario para la revolución gráfica de los años ochentas y noventas. Su impacto en la industria de la música post-punk todavía se celebra, al igual que su influencia sobre una generación de diseñadores que exploran las posibilidades de la tipografía y del formato impreso.
La Solitud Es Horrible es una recopilación de la música de los artistas del sello 4AD lanzada al mercado en Junio de 1987. El álbum fue producido por el mismo Ivo Watts-Russell y grabado en los Blackwing Studios que se encontraban en el interior de una iglesia en el sudeste de la capital de las Islas Británicas. El muro de sonido que presenta el álbum fue diseñado y mezclado por John Fryer. En su primera edición estaba disponible para amantes de las pequeñas piezas de arte en formato LP, compact-disc, compact-cassete, y en caja de madera de edición limitada con todos los formatos de audio, cinta de vídeo y grabaciones outtakes.
Los estudios Blackwing fueron escenario de las primeras grabaciones de los larga duración de los grupos Depeche Mode, Stereolab, My Bloody Valentine, Clan Of Xymox, Fad Gadget, Yazoo o Nine Inch Nails y Ride entre otros, y estaba comandado por Eric Radcliffe.
Cuando tenía quince años el grupo que estaba tocando tenía reservado en un estudio para hacer algunos demos donde había una grabadora cuatro pistas, y cogí afición por la grabación desde entonces. Recibí un reel-to-reel Akai en casa y construí un estudio en el salón, con cable multi-core hasta a mi dormitorio, que hacía de sala de control … Finalmente fui capaz de permitirme adquirir una Teac ocho pistas y fue con esa máquina que me vine a Londres y puse en marcha el estudio al que he llamado Blackwing
Gracias a los recopilatorios, cuya experiencia para el neófito es quasi similar a la de escuchar un programa de radio melódica o musical, descubrimos las nuevas tendencias en el mundo mundial.
Gracias a los recopilatorios, y a la música que escuchábamos en nuestros lugares favoritos. Pues los vinilos de importación eran caros en aquellos años. Quince o veinte años después, o sea hoy en día, su precio de venta al mercado es el mismo de aquel entonces. Musica enlatada, como las cintas de video, y envuelta en pequeñas piezas de arte conceptual, que muy pocos profesionales se atrevían a mostrar en público. Pero nos resultaron muy útiles para empezar, a algunos y algunas de nosotros, una carrera de un oficio que por aquellos años no tenía beneficio. Cuando eres el feo o la fea de la fiesta, ya sabes lo que te toca: Poner discos. Así, al menos, aunque seas feo resultas simpático. O eso te piensas. De hecho, casi todos, los diyiis indies del momento, la primera escuela, hacíamos sendo uso de estos recopilatorios para rellenar una sesión de cuatro horas que parecía que nunca se iba a acabar. Vigílame el disco que voy un momento al lavabo.
Pinchábamos grupos cuyas ventas eran insignificantes, tanto a nivel de conciertos como de producción fonográfica pero que han sido muy inluyentes en el arte y la cultura posterior merced a su personalidad, como por ejemplo la banda de los Gemelos Cocteau.
Cuando era un adolescente, yo quería hacer portadas para discos. No tenía ni idea de lo que era el diseño gráfico. Me gustaba la combinación de arte y la música, de imagen y sonido. Nunca estuve interesado en las portadas de vinilos con una fotografia del grupo o de la solista, así que me puse a dotar de imaginación a mi trabajo. Pongamos como ejemplo a los Cocteau Twins. Creo que hay algo típico de Cocteau Twins que se muestra de manera implícita a través de la mayor parte de su trabajo, crean una sensación de ambigüedad y de misterio, no estás muy seguro de que diablos se trata. Quieres saber más, y resulta este querer saber más te permite llegar a una interpretación tuya propia. En su caso, el de los Cocteau, se trata de una obra que permanece abierta.
En Fist Bar! la cotidianidad estaba formada por replicantes. Las cintas de video de uno o dos momentos anteriores, daban paso a las cintas de compact-cassette; mientras las velas de cera brillaban con el doble de intensidad durando la mitad de tiempo..
Películas favoritas, filmes de su culto, anatemas del melodrama, iconos de una generación internacional, joven, rebelde y consciente: A ClockWork Orange, Der Amerikanische Freund, Sweet Movie, Farenheit 451, VideoDrome, Blade Runner…
Una clase magistral de tres horas un Lunes por la tarde a primera hora en el edificio de la facultad de Filosofía en el año 1989 a cargo del doctor Rafael Argullol entonces responsable de la asignatura de Estética, en tercero de carrera, y su exposición de Blade Runner como paradigma del mundo post-moderno.
No nos engañabamos. Si algo tiene el cine es de todo menos de obra de arte. Y menos séptimo. Quizás la séptima cosificación. Pero el arte no existe más allá de las galaxias donde habitan un escaso grupo de personas con formación y conocimiento. El arte no cae bajo la categoría del fetichismo del objeto. De eso hablan los replicantes.
Delfín llegó a situar, a modo de icono e imagen para replicantes, unos maniquies en los lavabos de FistBar!. Dentro de los lavabos. Como hizo Henry, en su retrato de un asesino en serie llamado Deckard.
Me gusta tratar las notas interiores que figuran en los álbumes simultáneamente con imagen y tipografía. Es muy importante, teniendo en cuenta que podemos utilizar diez tipos de letra diferentes para una misma palabra y con cada tipografía se obtendrá un mensaje diferente.
El mismo Deckard concedió a aquél local de replicantes y de mutantes llamado FistBar!, la gracia de vivir por más de cuatro años.
Por aquel entonces todos y todas teníamos nombres
gemía Edward Ka-Spel junto a sus legendarios puntos rosa.
El ejemplo de la música, la cual ha sido durante mucho tiempo un arte abstracto, y al que la avant-garde y la poesía ha tratado tanto de emular, es interesante.
La Música, nos decía Aristoteles, curiosamente, es la más imitativa y viva de todas las artes, pues imita a su forma original – el estado del alma – con inmediatez.
Hoy en día, esto nos parece exactamente lo contrario de la verdad, porque no hay arte que parezca tener menos referencia a algo fuera de sí mismo que la música. Sin embargo, aparte del hecho de que, en cierto sentido Aristoteles todavía puede estar en lo cierto, hemos que explicar que la música griega antigua estaba estrechamente asociada con la poesía, y que de ella dependía de su carácter como accesorio al verso para que su sentido imitativo fuera claro.
Con los años, los chicos de 23 envelope crearon las portadas y contraportadas de clásicos como los primeros Cocteau Twins, Ultra Vivid Scene, His Name Is Alive, Pixies, Throwing Muses, The Breeders, Lozano, This Mortal Coil, Scott Walker o Bush. Su uso emblemático de la tipografía, junto con el empleo de imágenes desoladas ( y dotadas con una dosis de humor sutil), reflejan los sonidos sombríos y misteriosos que emanan de lo que muchos consideran la “era dorada” del sello 4AD.
Los nombres y las fechas forman parte de la memoria, de las historias prohibidas, de los cultivos malditos, que la Corporación Tyrell se encarga de llevar al retiro.
Hemos perdido el contacto con el empaque. Continúa siendo un nicho de mercado y existen generaciones de oyentes que redescubren a estas bandas las cuales, a fecha de hoy, no comprenden o no conocen el valor de una portada diseñada para un disco en particular. Incluso hay bandas que ni siquiera entienden el hecho que la estética significa para una audiencia, una multitud, o un segmento.
Forma parte de mi generación recordar este sentido y también este significado a la gente. No es que vayamos a regresar al mundo del vinilo, pero todavía hay ( y este hay va de la mano con la cultura del libro también ) algo innato en nosotros en el hecho de coleccionar cosas, de coleccionar objetos.
En lo más profundo de nuestra naturaleza humana, somos coleccionistas. Recolectores. Una portada no es algo que sólo tiene que recubrir un disco para que no se cubra de polvo.
Corre el rumor de que se habia retirado. Que se le había retirado. Pero resultó ser que no, que que ese replicante, a quien llamaban Delfin, había conseguido escapar.
Si tropezais algun día con el catatónico Sam, Sam Lowry [ Sam dejó de tener miedo ], es posible que él os indique donde localizarlo: brillando en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser.
Como bien sabes, están tratando demasiado duramente de adaptar a los estudiantes hacia un tipo de industria. En mi opinión, si se hace esto , ¿cómo puede progresar esta misma industria?
No se trata de darles a los estudiantes un trabajo de por vida, sino simplemente de educarlos. Y, en el transcurso de la educación, se deben hacer preguntas a la situación actual, cuestionar el status quo.
Si no se hacen preguntas, entonces no vamos a progresar. Sin preguntas no existe el progreso.
Los Lunes, dia del espectador, durante la última década del pasado siglo, la parroquia de FistBar! se nutría de amantes de aquello que fue llamado “septimo arte”. Pero como los replicantes no querían ser simples espectadores, se reunían fuera del espacio incómodo que siempre ha sido el auditorio principal de un cine, con sus sillas fijas y encajonadas, para tratar de otros temas dentro un espacio arquitectónicamente diseñado a medida como era FistBar!. No más memorias por hoy. Hoy recuperamos una sesión de música melodramática, alojada en el recuerdo y la memoria de replicantes amantes del cine y de los sueños que nunca terminan. Como nos decía el doctor Gregorio Marañón
El deber del joven es la rebeldía, empujar el mundo hacia delante.
Hasta la proxima edición de Anatemas FistBar! – vuestro espacio virtual con servicio de mueblebar – aquí, en scannerFM.